Cambiamos de estación y nos preparamos para dejar atrás el frescor soriano, los breves episodios de nieve que tan bonitas estampas nos han regalado y descubrir el esplendor de la primavera en el entorno. Su llegada es el resurgir de la vida, el despertar de los animales, la vuelta de las hojas a los árboles y la explosión del color verde en la naturaleza. Para los amantes del medio ambiente encontrar la belleza durante esos días es extremadamente fácil, pero nosotros os vamos a sugerir algunos lugares a los que acudir para disfrutar de típicas postales primaverales que contrastan con las tonalidades ocres de las temporadas pasadas.
El abedular de la Cuba de Muriel Viejo
No podemos empezar de otra manera si no es con uno de los rincones más especiales y bonitos de nuestro entorno más cercano. Estuvimos por aquí en otoño para recomendar un paseo entre su colorido marrón. Ahora se convierte en un espacio donde los narcisos amarillos surgen por doquier. Para llegar desde la puerta de nuestro hotel tomaremos la carretera SO-P-5018 en dirección izquierda hacia Muriel de la Fuente. Apenas 2 km nos separan de la bifurcación que hay que tomar. No tiene pérdida, en el primer cruce a la izquierda que veamos nos desviaremos. A partir de ahí sólo hay que seguir por la pista forestal sin asfaltar hasta que la explosión de color y el cambio de vegetación nos digan que hemos llegado a nuestro destino. Puedes dejar el coche junto a la carretera puesto que el tramo a recorrer ronda sólo los 500 metros.
Campos de Castilla desde la fortaleza de Gormaz
Si hay un atardecer que merece la pena contemplar, ese es el que se vislumbra desde lo alto del castillo de Gormaz. Hablamos de la construcción árabe más grande de toda Europa que podéis visitar a sólo 50 km, pasando por El Burgo de Osma como complemento ideal a este recorrido.
Sabían lo que se hacían los musulmanes al erigir aquí esta fortificación adaptada a la morfología de un imponente cerro. Unos 800 metros de perímetro asentados junto al Duero formaban parte de la línea defensiva que constituía este gran río. Hoy en día sirve para ofrecernos una de las mejores panorámicas de Soria y las provincias limítrofes. Hectáreas y hectáreas de tierras de labor a nuestros pies cuyos cultivos brotan con fuerza regalándonos vistas únicas.
Hayedo de la Laguna Negra
Si la estación fetiche de este lugar es el otoño, no os lo podéis perder en primavera. Siendo siempre el mismo hayedo el que nos acoge, parece un espacio completamente diferente. El verdor de sus hojas nuevas y el estruendo del agua que baja del Urbión ocasionado por el deshielo forman parte del trayecto hasta la Laguna Negra. Recomendamos dejar el vehículo en el Paso de la Serrá y subir 2 km andando hasta el final del trayecto para disfrutar del paisaje. Este Parque Natural nos espera a una distancia algo superior a los 25 km en dirección norte junto al pueblo de Vinuesa.
Paseo por la senda de la Fuentona
Siempre es un gusto pasear por nuestro rincón favorito. Puesto que la mayoría de la vegetación de ribera que acompaña al Abión se compone de choperas, está garantizado el fresco verdor en los 800 metros de recorrido que tenemos hasta el manantial de la Fuentona. Si además estamos en época de lluvias podremos disfrutar de un caudal mucho más abundante y, con suerte, de la cascada de la Hoz a pleno rendimiento, algo difícil de ver.
Si todavía no conoces la Fuentona entra en este enlace para conocer todos los detalles.
La ermita de San Bartolo
Enclavada en el corazón del cercano Parque Natural del Cañón del Río Lobos, esta mágica construcción templaria nos espera frente a una generosa explanada tras de haber recorrido la garganta horadada por el río Lobos. Después del invierno nos espera una alfombra verde junto a ella salpicada de infinitas margaritas y flores varias.
Si quieres saberlo todo sobre uno de los principales destinos turísticos de la provincia de Soria pincha aquí.
La ribera de San Esteban de Gormaz
Cuna por excelencia del románico castellano, esta villa cercana a El Burgo de Osma tiene espacios ideales para pasear junto al río Duero. La zona de la Rambla cuenta con merenderos así como una estupenda zona de baño que reservaremos para el verano. La sombra de su espléndida chopera la convierte en un lugar ideal para disfrutar de la primavera. Pero además, en la zona del molino también podemos encontrar mágicos rincones como este.
Chopos burlones de Rioseco
Ponemos fin a nuestro pequeño viaje con un toque simpático. Nos desplazamos hasta la localidad de Rioseco de Soria a sólo media hora de nuestras instalaciones. Estos 3 chopos a los que dio vida un carpintero del pueblo se han convertido en los más famosos y fotografiados de la provincia. No son difíciles de encontrar pues están junto a la carretera SO-P-4046 y al molino, acompañando al río Sequillo. Con ojos estridentes y sacando la lengua, nadie puede reprimir una sonrisa al verlos. Es en la primavera cuando vuelven a tener «pelo» y visitarlos es más divertido.
¡Hasta pronto!