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Muriel Viejo

El pueblo

Muriel Viejo, un enclave para dormir bajo las estrellas

Muriel Viejo es una pintoresca localidad soriana ubicada en la Comarca de Pinares. Rodeada de sabinas, robles y pinos, la encontramos entre el Parque Natural del Cañón del Río Lobos y el Parque Natural de la Laguna Negra. A 40 km de Soria y 215 km de Madrid, su emplazamiento es excepcional para el turismo y la limpieza de sus cielos única.

Un paseo por el pueblo

Pasear por esta pequeña villa es recorrer siglos de historia pues sus orígenes se remontan al s. XI, aunque la zona ya estaba habitada desde la época celtíbera. En sus calles encontramos todavía algunas muestras de arquitectura popular pinariega con entramados de adobe y chimeneas cónicas. Junto a la plaza, donde hay una representación de las constelaciones estelares pintada sobre un suelo azul que nos recuerda que estamos en un destino turístico Starlight, está la parroquia dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. No es esta la única representación de arte sacro que presenta Muriel. Si nos desplazamos hasta su cementerio podemos encontrar una portada de estilo románico que pertenecería a un templo anterior a la iglesia actual.

Fuera del núcleo urbano, en el paraje de San Roque, podemos visitar la ermita del mismo nombre. A su lado llama la atención una fuente instalada en el tronco de un árbol. Este lugar dispone de mesas, asadores e incluso un pequeño observatorio que será ampliado en el futuro.

Esta villa es también rica en agua. Surcada por el río Muriel Viejo, conserva junto a la carretera un lavadero tradicional al que acompañan la Fuente Vieja y la Fuente del Chino. Ambas de excelente calidad y de las que beben los lugareños.

Su entorno

Desde las alturas vigilan la localidad los picos de la Lastra, Peñota y San Vicente. Este último albergó una ermita y una atalaya islámica de los que hoy apenas se aprecian restos.

Los caminos de Muriel Viejo se prestan a paseos de ensueño. Cada uno debido a la variada vegetación, nos conducen a rincones especiales: las sabinas de Peñota, los robles centenarios de San Vicente y los pinares, en especial el que conduce al abedular, el lugar que en primavera se llena de narcisos.

¡Bienvenidos a Muriel Viejo!

Premio Mejor Hotal StarLight