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Patrimonio religioso de la capital soriana

Retomamos nuestro paseo por Soria donde lo dejamos y esta vez hablaremos del patrimonio religioso de la capital soriana. Sin duda tiene un protagonista principal y ese es el románico. Visitaremos sus templos más significativos y terminaremos por todo lo alto.

Santo Domingo

Referente por antonomasia del románico de la capital, es difícil acreditar su origen. Históricamente se habla de que a comienzos del siglo XII se erigió en este lugar una modesta iglesia románica, de la que sólo se conserva la actual torre dedicada a Santo Tomé. Más tarde pasaría a ser centro de culto del cercano convento dominico, es entonces cuando cambia el nombre por el de Santo Domingo.

Lo más conocido es su espléndida fachada occidental, considerada una de las más bellas del románico nacional por la que fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1931. Alfonso VIII la encargó a finales del siglo XII. Dicha fachada es una auténtica representación de la biblia en piedra, con el fin de acercar la religión cristiana a una población en su mayoría analfabeta por aquel entonces.

Iglesia de San Juan de Rabanera

Podemos acceder desde el Collado por la Plaza de las Mujeres. Merece la pena ir para contemplar su bonito pórtico procedente de la iglesia de San Nicolás y dar una vuelta a su alrededor para disfrutar de sus elementos arquitectónicos.

Ruinas de San Nicolás

Desde el Collado por la Calle Real, se encuentra en estado de ruina y suele estar clausurada excepto cuando se realizan espectáculos. Hasta el año pasado las lecturas de relatos cortos del Festival de las Ánimas tenían lugar allí. No obstante sigue siendo la casa de Papá Noel cuando llega la Navidad.

Concatedral de San Pedro

Aunque el actual templo poco tenga que ver con este estilo, tiene su origen en una primitiva iglesia románica que en el mismo siglo de su construcción, el XII, se demolió por resultar rústica.

La distribución en planta es propia de los monasterios románicos españoles. Pieza fundamental en ellos era el claustro y hoy en día lo sigue siendo. Este es de sillería con arquerías sobre columnas dobles interrumpidas por pilares con columnillas adosadas. Aunque lamentablemente le falte una de sus 4 galerías a causa de un incendio, es la joya del templo.

Arcos de San Juan de Duero

Poco queda ya del original monasterio de San Juan de Duero que puso en pie la Orden de los Hospitalarios entre los siglos XII y XIII. Su originalidad reside en la forma poligonal y en los diferentes tipos de arcos. Abandonado en el s.XVIII, sería rescatado entre la maleza en 1882 cuando fue declarado Monumento Nacional.

Además del claustro también es posible visitar su pequeña iglesia anexa con un templete a casa lado del ábside, ambos muy curiosos.

Paseo de San Polo

De camino a la famosa ermita de San Saturio, patrón de la capital, cruzamos la carretera N-234 y llegamos hasta San Polo. Se trata de una finca privada hoy en día y fue un monasterio de la Orden del Temple que guardaba el acceso a la ciudad.

Llama la atención el paseo de frondosa vegetación y el pequeño pasadizo abierto en el s.XVI que tenemos que atravesar para seguir nuestro camino. Hasta llegar al templo del santo eremita hay un generoso trayecto a orillas del Duero que todo el mundo recorre como si de un suspiro se tratase.

Ermita de San Saturio

Esta curiosa e imponente ermita ya destaca desde la lejanía. Allá por el siglo VI, un anacoreta visigodo eligió una cueva para instalarse enclavada en un paraje de belleza sin igual y de escarpadas rocas a la orilla del río Durius.

Acoge en su pequeña capilla unas impresionantes pinturas al fresco recién restauradas que narran la vida de quien después sería San Saturio, hijo de una noble familia del siglo V y que fue canonizado por entregar todos sus bienes a los más necesitados y retirarse luego a una vida de retiro espiritual.

Después de subir un generoso tramo de escaleras es posible transitar por dicha gruta y visitar las distintas dependencias donde hasta hace unas décadas vivía el «santero» que se encargaba de custodiar en templo y recoger limosna por la ciudad. Además podrás contemplar escenas y recreaciones de como fue la vida cotidiana en su interior.

Ermita del Mirón

Coronando el pequeño cerro del Mirón, frente al castillo, está la notable ermita de Santa María del Mirón. Antaño tuvo categoría de iglesia, pero tendríamos que remontarnos al medievo. El templo actual fue levantado sobre otro románico anterior en el primer cuarto del s.XVIII y pertenece al estilo barroco.

Destaca la gran plaza que hay frente a sus puertas con una majestuosa columna en cuya cúspide fue colocada una estatua de San Saturio.

Mirador de los Cuatro Vientos

Después de visitar los templos más significativos, finalizamos nuestro blog con una preciosa panorámica muy cerca de la ermita del Mirón.

Para disfrutar de lo que el mirador de los Cuatro Vientos ofrece a nuestros ojos, sólo hay que seguir el camino que transcurre junto a la ermita unos pocos metros, allí termina la carretera. Junto a un monumento que homenajea a Antonio Machado y su mujer, Leonor, veremos a la otra orilla del río Duero la ermita de San Saturio.

Hasta aquí nuestro recorrido, pero no queremos terminar sin mencionar otras construcciones como la iglesia de la Virgen del Espino, la iglesia del Salvador, la ermita de Santa Bárbara o los conventos de Nuestra Señora del Carmen o el de los Franciscanos, entre otras.

¿Te perdiste nuestra anterior entrada sobre el paseo por la capital soriana? Puedes verlo aquí.

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