Esta semana vamos a visitar un lugar lleno de fantasía que tenemos las suerte de encontrar muy cerca de El Cielo de Muriel, hablamos de El Bosque Mágico de San Leonardo de Yagüe.
A sólo 23 km de nuestras instalaciones es posible sumergirse en un mundo de gnomos, duendes y hadas que sacará nuestro lado más divertido. Bien podría parecer un destino únicamente infantil, pero la realidad es que es recomendable para todos los públicos. Las artesanías y manualidades que allí se exponen son verdaderas obras de arte que llaman la atención por la minuciosidad de sus detalles. Descubramos un poco más sobre tan particular lugar.
¿Qué es el Bosque Mágico?
El Bosque Mágico es un asentamiento de seres de fantasía que está en la localidad de San Leonardo de Yagüe. Ubicado junto al paraje de la Fuente del Pino, a las afueras de la villa, fue el lugar elegido por la magia para dejarse ver. En él puedes encontrar todo tipo de criaturas que han aprovechado los recursos de la madre naturaleza para fijar sus hogares.
Aunque en un principio era un lugar de libre acceso y gratuito, desde mayo de 2024 es necesario pagar un pequeño donativo y la visita está sujeta a horarios que dependen de la época del año.
Aparición
Todo empezó con la iniciativa de unos vecinos llevando algunas hadas y gnomos de forma espontánea hasta aquel paraje. El éxito fue tal que no paraban de llegar visitas de niños y curiosos para verlos. De esta forma siguieron apareciendo nuevos moradores que fijaban su residencia en los huecos y ramas de los árboles. Buscarlos se convirtió en toda una aventura y la originalidad de sus figuras hizo que el efecto llamada propagase la existencia de este fenómeno a la velocidad de la luz.
Evolución
Hoy en día la Asociación del Bosque Mágico junto con estos vecinos y el ayuntamiento, se encargan de su gestión ya que el censo se ha multiplicado exponencialmente. Así pues, ya no sólo se utilizan los pinos, rocas y recovecos del entorno, sino que se han llevado hasta allí numerosas construcciones en madera además de las que personas anónimas traen por iniciativa propia. Tanto su ubicación como su entrada cambiaron levemente de lugar hace unos años. Siguen en el mismo paraje pero ya no están en la Fuente del Pino propiamente dicha, sino un poquito antes. Un parking habilitado a tal efecto y un cartel donde pone Bosque Mágico es la señal de que estamos en el destino. Justo al lado está la entrada bien indicada. Ya sólo hay que disfrutar y seguir la senda marcada cuyo trayecto discurre mayoritariamente por un recinto cercado. Una vez en la parte de arriba tenemos la oportunidad de atravesar un cortafuegos e ir directamente hasta la Fuente del Pino donde hay mesas y asadores. Además, todavía quedan allí algunas de las construcciones del asentamiento primitivo que no nos podemos perder.
Novedades
Este asentamiento de magia e ilusión todos los años realiza un parón en la época invernal. La mayoría de sus habitantes y sus casas son recogidos o tapados para preservarlos de las duras condiciones del invierno. Después, cuando llega la primavera y se suaviza el clima, son devueltos a su hábitat donde permanecen hasta mediados de otoño. Pero no siempre vuelven los mismos. La maravilla de este bosque es que está en constante evolución y crecimiento. Cada temporada fijan allí su residencia nuevas criaturas, animales e incluso flores. Además, se siguen diseñando variadas edificaciones y rincones dedicados a distintas temáticas que hacen que visitarlo sea una experiencia diferente a la de la vez anterior.
Concienciación con el Medio Ambiente
Muy en consonancia con la política ecofriendly de nuestro hotel, en este rinconcito no sólo se fomenta la ilusión de grandes y pequeños, también se promueven los valores de cuidado y respeto de la naturaleza. De esta forma podemos encontrar carteles y otras curiosidades que nos informan sobre la importancia de preservar el medio que nos rodea.
Qué ver en San Leonardo
Ya que hemos llegado hasta aquí, no podemos marcharos sin visitar la villa de San Leonardo. Subir hasta el castillo, su antigua estación de tren, acercarse al arco medieval o pasear por sus barriadas. También es recomendable degustar los manjares de la zona en sus múltiples establecimientos hosteleros. Aunque si lo que os gusta es el picnic o comer al aire libre este es el pueblo perfecto. La localidad cuenta con innumerables fuentes y áreas recreativas donde hacerlo en un marco natural incomparable como es el de nuestros pinares.